Se considera uno de los platos más pedidos en los bares y restaurantes de la provincia de Zamora.
Un plato de origen campesino, humilde pero rico y contundente ya que los ingredientes principales son los obtenidos en la matanza del cerdo.
El plato suele comerse en una cazuela de barro en la que se funde manteca de cerdo y se rehoga una cebolla y un nabo. Después se añaden un par de dientes de ajos, orégano, perejil, tomillo y pimentón. Luego se añade oreja de cerdo, pezuña, costillas y otras partes como jamón fresco. Finalmente se añade arroz y caldo de carne.
En la receta clásica, se termina el plato en el horno los últimos minutos.